"El espacio magrebí se caracteriza por ser políticamente heterogéneo, culturalmente homogéneo, con fronteras antiguas, pero relativamente estables"
22 de abril de 2025
El profesor David Alvarado explicó las causas e impacto de las primaveras árabes, matizando qué es Magreb y Norte de África y qué se entiende por mundos árabes. El curso de UNED Ourense se extenderá hasta el 13 de mayo, con 55 matriculados de España, Países Bajos y Colombia.

OURENSE, 22 de abril de 2023. Comenzó esta tarde de martes en UNED Ourense el curso Geopolítica de las primaveras árabes norteafricanas, que se celebrará hasta el 13 de mayo. La inauguración tuvo lugar a media tarde, por el director de UNEED Ourense, doctor Jesús Manuel García Díaz.
"Después de más de diez años, de las primaveras árabes norteafricanas, consideramos que ha transcurrido suficiente tiempo para analizar con perspectiva histórica los cambios de orden político, social y económico que generaron y para abordar hasta qué punto tales movilizaciones tuvieron éxito o, por el contrario, fracasaron, así como las implicaciones que supusieron para el Magreb y sus vecinos europeos", dijo García. Los alumnos lograrán una visión integral de las primaveras árabes en el Magreb, comprendiendo su relevancia histórica y sus impactos en el particular contexto político, social y económico de la región; además de establecer conexiones con otras dinámicas globales y presentar análisis críticos de los retos actuales en el Norte de África. "Tenemos por delante 20 horas lectivas en un curso en el que se han matriculado 55 personas, de las cuales 53 nos siguen desde 15 comunidades autónomas españolas, además de un seguidor en los Países Bajos y otro desde Colombia.
Para darnos luz sobre el tema del curso, contamos con el profesor doctor David Manuel Alvarado Roales, profesor asociado en la Uvigo y docente en la UNED Senior de Ourense. Hoy nos ofrece la sesión Contexto general: causas e impacto de las primaveras árabes. Continuidad y cambio en los regímenes políticos del Norte de África y Oriente Medio. Tendremos más citas con este curso y profesor los martes 26 de abril y 6 de mayo; el viernes, 9 de mayo y el martes, 13 de mayo. Gracias por inscribirse en esta iniciativa de UNED Ourense y espero que se diviertan aprendiendo pues ya saben que el conocimiento, la sabiduría, mueve más que las cosas que se mueven".
A continuación tomó la palabra Alvarado Roales quien hizo matizaciones sobre el Magreb y el Norte de África, y así expuso qué se entiende por mundos árabes:
- “Mundo árabe” es un concepto “cómodo” para referirse a una realidad de 13 millones de kilómetros cuadrados y más de 450 millones de personas (460-470 millones, actualmente), repartidos en 22 países, 24 si incluimos al Sáhara Occidental y tomamos a Sudán del Sur.
- Área extremadamente diversa, cuya pretendida unidad no se compadece con la realidad en la práctica, más allá de un ideal, mítico y soñado por los ideólogos de la “nación árabe” en la lucha por las independencias de las naciones de la región.
- En esta parte del planeta, históricamente existió un “imperio árabe”, que era muy difuso como tal, y luego concurrió el imperio otomano, que no era árabe pero sí musulmán, que convivió con el imperio jerifiano de Occidente (Gran Marruecos).
- En la lucha anticolonial, en plena efervescencia nacionalista, tras las independencias con la guerra fría y el socialismo árabe del Partido Baath, instituciones, proyectos, discursos y narrativas, pero no tenemos en momento alguno nada similar a una unidad árabe.
- De hecho, son raros los ejemplos de cooperación entre países árabes o, al menos, no son más raros que los ejemplos de cooperación con países de otras latitudes: Túnez con Italia, Marruecos con España, Líbano con Francia, Siria con Turquía, etc.
- Existen numerosos factores de diversidad, incluso dentro de cada país se registran profundos clivajes de heterogeneidad social y cultural: Marruecos, Argelia, grandes distancias, atentado de In Amenas en 2013 (1.675 km.)
- A estos factores hay que añadir los procesos de colonización, con diferentes potencias en liza, que utilizan diferentes instrumentos en función de cada contexto (Francia en Argelia vs Francia en Marruecos), las independencias y procesos de construcción de los nuevos Estados, el impacto de la guerra fría, el hecho sionista, guerras civiles, aplicación del Derecho internacional con geometrías variables, múltiples formas de dominación, sistemas políticos particulares, a caballo entre modernidad y tradición… impacto de las primaveras árabes.
Dijo Alvarado que según Hamilton Gibb, historiador británico: “son árabes todos aquellos para quienes el acontecimiento central de la historia es la misión de Mahoma y la memoria del imperio árabe, y que hacen de su lengua árabe y su herencia cultural su posesión común”. De aquí se deriva:
- Realidad multiconfesional: Egipto, Líbano, Iraq, cristianos de Oriente…
- Criterio lingüístico: dialectos árabes, televisión, etc.
- Herencia cultural: conciencia de un pasado común artificial, mitificado, siendo la aspiración a una unidad política y cultural un hito del final del siglo XIX.
- Minorías étnicas: kurdos, bereberes.
- Conciencia de declive y marginalización (Sur).
"Existe, además, diferencia entre el Machrek (Oriente) y el Magreb (Occidente), pero también Península Arábiga y Nilo", explicó el docente, indicando a continuación que se trata de sistemas económicos heterogéneos: nivel de riqueza y modelos económicos variados. Así:
- El país con mayor PIB es Arabia Saudita vs Comoras y Djibuti, que son los que menos tienen.
- Catar posee el mayor PIB per cápita (casi 90.000 dólares) vs. Siria (420 dólares), Somalia (592) y Sudán (algo más de 1.000 dólares).
- Marruecos: 3,500-3,800 USD; Argelia: 4,200-4,500 USD; Túnez: 3,900-4,100 USD; Libia: 6,000-7,000 USD.
- Tasas de crecimiento divergentes, con países que crecen casi con dos dígitos (Kuwait, Arabia Saudí y EAU) y otros que acumulan años de crecimiento negativo (Líbano, Sudán, Libia).
- Extremada dependencia petrolera de algunos: Libia (56,4%, Irak 42,2%, Kuwait 27,6%).
- Dificultades del PIB y de métricas macroeconómicas para dar cuenta del peso de servicios como la salud y la educación. IDH, sobre 191 países: Arabia Saudí 35º, Marruecos 123º, Siria 150º y Mauritania 158º.
- En general se impone el modo de producción capitalista, aunque bajo declinaciones particulares: “países socialistas”, donde el rol del ejército es notable y cohabita con el sector privado (Argelia); “capitalismo de castas”, con una evolución del ejército (Siria, Túnez); “economías petroleras” bajo tutela dinástica y voluntad diversificadora; “economías abiertas hiperliberales” (Líbano); y “economías con estructuras precapitalistas” (Sudán, Mauritania, Yemen).
- Ciertos elementos comunes: dependencia externa, burguesías autóctonas, prácticas clientelares, obstáculos compartidos al desarrollo como el “capitalismo de amigos” …
- Desafíos grandes, necesidades acuciantes de poblaciones que crecen, acuden a organismos de financiación internacional (FMI, BM, Banco Islámico de Desarrollo, Banco Africano de Desarrollo, etc.), planes de ajuste estructural que agravan crisis en curso, turbulencias cíclicas, protestas habituales y auge de los populismos.
David Alvarado se refirió igualmente al autoritarismo político como elemento común del “mundo árabe”:
- Existe debate de ideas, incluso en condiciones difíciles, pero lo que destila al resto del mundo es el monolitismo de los regímenes en liza.
- Consideración de sociedades incapaces para la práctica democrática hasta 2011, siendo una onda de choque las “primaveras árabes”, si bien una década después el balance no es nada positivo.
- Movilizaciones recurrentes, episodios de contestación, localizados o amplios, pero sigue imperando el autoritarismo.
- Estados muy recientes, que adolecen de fragilidad estructural, con falta de profundidad histórica, que se compensa con longevidad y personalización de poderes en liza: Túnez apenas tuvo dos presidentes desde 1956 (Bourguiba y Ben Ali), Gadafi en el poder desde 1969, la dinastía El Assad y partido Baath en Siria desde 1963…
- Avances hacia la institucionalización dinástica: repúblicas dinásticas y monarquías hereditarias, neologismo jamahiriya (jumhuriya + malakiya).
La oposición Chiismo vs sunismo, dice el doctor Alvarado que:
- No rige en el Magreb, más allá de la rivalidad que puedan tener potencias como Irán y Arabia Saudí por amplificar su influencia en determinados países.
- La ruptura original es de orden político y las discusiones políticas se elaboran después: la creencia en un dios único es más importante que las divergencias.
- Muerte del Profeta, en el año 632, cuestión de la sucesión, eligiéndose los primeros califas entre su círculo más cercano, pero el cuarto, Alí, primo y yerno, es asesinado. La Chi’a, que es el Partido de Alí, defiende sus derechos y los de sus descendientes frente a los “califas oficiales” sunitas, que siguen la tradición.
- Después, el chiismo evoluciona y se divide sobre el número de hermanos, que se reconocen como guías, con acceso al mensaje divino, siendo los duodecimanos (12) los mayoritarios, pero también hay zaiditas, ismalianos y una rama heterodoxa, los alauitas (¿Marruecos?).
- Irán no es un país árabe y representan un 10% en países como Irak, Líbano, Arabia Saudí, Yemen y Siria.
- En clave geopolítica, desde el triunfo de la revolución islámica, en 1979, amplificándose el clivaje tras la caída de Sadam Hussein, en 2003, que es lo que abre la puerta al acceso al poder de los chiitas.
- Siempre existe la tentación de privilegiar este factor de análisis: si bien el elemento confesional es a integrar en el análisis, pero no sustituye a toda una diversidad de factores: Arabia Saudí contra Hermanos Musulmanes; Arabia Saudí contra Catar; Egipto vs. Turquía; proximidad entre hutíes y el antiguo presidente Ali Abdallah Saleh en Yemen; apoyo de Irán a la Armenia cristiana; oposición entre Irán y el Azerbayán chiita, etc.
En cuanto a los choques-conflictos en los mundos árabes, David Alvarado señaló que:
- 1ª colonización = conquista Otomana entre finales del XV y XVII, momento de máxima expansión, salvo Marruecos. Dominación variable, en función de su proximidad con Constantinopla.
- Colonización occidental franco-británica = comienza con la expedición a Egipto de Napoleón Bonaparte (1798-1801) y en XIX-XX espacios prioritarios para la colonización europea, con modalidades variables. Fin de la primera guerra mundial, reparto de Oriente Medio en los acuerdos de Sykes-Picot.
- Independencias nacionales, precedidas de movimientos de resistencia, construcción de movimientos nacionales, Egipto 1922, Irak 1932, Líbano 1943, Siria y Jordania 1946, Libia 1951, Sudán, Marruecos y Túnez 1956, Argelia 1962…
- Construcción de Estados nacionales
- “Hecho sionista”, antisemitismo en Europa, reacción sionista de Théodore Herzl (El Estado judío, 1896), Declaración Balfour de 1917 a favor de la creación de un “hogar nacional” judío en Palestina, SdN atribuye mandato a Reino Unido sobre Palestina en 1922 para favorecer el desarrollo de este “hogar nacional” y profundas consecuencias, reacción árabe, mito palestino, etc.
- Tras la Segunda Guerra Mundial, plan de reparto, dos Estados, proclamación del Estado de Israel el 15/5/1948, que no incluye el reconocimiento de fronteras de la ONU, Ben Gurio…
- Impacto geopolítico mayor, guerras israelo-árabes desde 1948, guerra de Suez (1956), guerra de los seis días (1967), guerra del Kipur (1973), invasión del Líbano (1982), negociación acuerdos de paz de Camp David, fracaso de los Acuerdos de Oslo I, II, Arafat, Peretz, recrudescencia de las violencias, auge del Hamas, de la derecha radical israelí…
- Trump y Acuerdos de Abraham.
Son, según el profesor, tendencias en los “mundos árabes”:
- Islamismo, islam político: hermanos musulmanes, reislamización de las sociedades árabes.
- Reafirmación de los estados nación vs. Panarabismo.
- Debilitamiento aparato del Estado (Siria, Líbano, Jordania, Irak).
- Estados fallidos (Libia, Yemen, Mauritania).
- 2010-2011 “primaveras árabes” y restauración autoritaria.
- Instituciones panárabes: Liga Árabe (1945), UMA (1989), 5-5 (Francia, España, Portugal, Italia y Malta + Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania).
- Rol de Occidente: UE vs EEUU.
- Rol de Rusia y potencias emergentes (Turquía, China, India, Irán, etc.).
- Aplicación del derecho internacional.
En el Norte de África encontramos el Magreb, y ¿qué es el Magreb?
- El Magreb es una región que incluye principalmente a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Estos países comparten un legado cultural bereber desde la antigüedad y arabo-musulmán a partir del siglo VII. A pesar de esta herencia común, el espacio magrebí se caracteriza por ser políticamente heterogéneo, aunque culturalmente homogéneo, con fronteras antiguas, pero relativamente estables.
- Fragmentación Política e Ideológica. Tras las independencias, surgieron profundas diferencias ideológicas: Argelia se posicionó como líder del tercermundismo mientras Marruecos mantenía una monarquía tradicional. Túnez adoptó un reformismo inspirado en Occidente. Esta división entre 'conservadores' y 'revolucionarios' creó una verdadera 'guerra fría interárabe' que previno cualquier unificación política exitosa.
- Tentativas fallidas de unificación. Durante la Guerra Fría, los nuevos estados magrebíes fueron rápidamente involucrados en los enfrentamientos ideológicos entre bloques. En 1964 se creó el Comité Permanente Consultivo Magrebí (CPCM) para facilitar la integración económica, pero fracasó debido a la prioridad dada a las construcciones estatales nacionales y las relaciones bilaterales. Cada intento de unificación solo buscaba contrarrestar la influencia de los vecinos rivales. Experiencia fallida de la UMA, a partir de 1989.
- Divisiones culturales y étnicas. A pesar de definirse como estados árabes y musulmanes, la diversidad cultural es significativa. Las comunidades bereberes son la principal minoría cultural, con presencia variada en cada país. También existen importantes comunidades judías históricas. Sin embargo, estas diversidades son obliteradas por los estados modernos que prefieren promover una identidad árabe-musulmana uniforme.
- Conflictos regionales clave. La oposición más fundamental se da entre Argelia y Marruecos, centrada en el conflicto del Sahara Occidental. Este enfrentamiento tiene raíces en la época colonial y ha impedido cualquier integración regional efectiva. Otro eje de tensión es la rivalidad entre Argelia y Libia por la influencia en África, especialmente en la región sahelo-sahariana.
- El Magreb Post-Primavera Árabe. Las revueltas árabes de 2011 marcaron un punto de inflexión. En Túnez y Libia llevaron al poder partidos islamistas que declararon su compromiso con la democracia. Esto desafió el dogma del 'choque de civilizaciones' y la supuesta incompatibilidad entre Islam y democracia. Sin embargo, los cambios han sido desiguales en cada país.
- Perspectivas futuras. El futuro del Magreb está marcado por varios desafíos: la persistencia de AQMI en la región sahelo-sahariana, los problemas migratorios, y nuevas dinámicas geopolíticas. La región se ha vuelto crucial en la política global debido a sus recursos potenciales y su posición estratégica entre África Occidental y el Mediterráneo.
- El Magreb sigue siendo un espacio profundamente fragmentado políticamente, aunque culturalmente coherente. Las consecuencias de las 'primaveras árabes' están aún en desarrollo, afectando tanto las dinámicas internas como su posición en la política internacional. La región enfrenta el desafío de construir instituciones más inclusivas mientras maneja tensiones regionales y globales persistentes.
David Alvarado hizo una serie de precisiones sobre las primaveras magrebíes. Así señaló su trascendencia:
- Primera revuelta masiva desde las independencias. Sin precedente desde las décadas de 1940-1960. Revueltas precedentes, sobre todo las “revueltas del pan” en la década de 1980, siendo la más mortífera la de Argel en noviembre de 1988, que dejó 500 muertos civiles abatidos por la Policía. Pero estas revueltas no encarnan un fenómeno de tal envergadura ni amplitud, espaciados en el espacio y en el tiempo, confinados a espacios concretos reducidos. Cambia la escala, el número de actores comprometidos, sus reivindicaciones y modos de expresión, así como nivel de consecuencias políticas.
- El mundo árabe era etiquetado como un “desastre”: autoritarismo político, corrupción sistemática, ausencia de mujeres en puestos de responsabilidad, analfabetismo, violencia como modo de regulación de las relaciones… medidas sociales cosméticas ofrecidas por inamovibles potentados a sus poblaciones, promesas de reformas institucionales, guerras intestinas, ciertas esperanzas, optimismo, mitigado por la realidad y el paso de los años. Durante la “primavera árabe” esta área del planeta no era ese “desastre”, sino que descubríamos anhelos de libertad y democracia en unos pueblos que dábamos casi por perdidos.
- El Magreb interesa por razones geoestratégicas evidentes, seguridad, migraciones, provisión de hidrocarburos, comercio y economía, historia y memoria, etc. Pero este interés nunca se tradujo en una real inquietud, en una toma en consideración seria de la relación. De repente, numerosos ciudadanos, a golpe de artículos de prensa, se interesan por las evoluciones en la región e incluso albergan un cierto optimismo al respecto.
- A nivel geopolítico, inquietan las evoluciones en Siria, y el advenimiento de lo que sería el Estados Islámico, y el asentamiento en el Sahel, pero también en Libia, un frente yihadista. Inquietud sobre la suerte de los regímenes magrebíes.
¿Por qué primavera?
En cuanto a los rasgos-elementos, el profesor se pregunta por qué se le llama primavera: porque "evoca un despertar, una liberación. Poner en valor el proceso en curso. Sin proyectarse en la complejidad de un porvenir incierto, periodistas y universitarios adoptan esta denominación con cierto fervor, ya que se trata del primer movimiento de contestación masiva en el mundo árabe". Otro rasgo es la composición joven de los manifestantes, con estudiantes y mujeres. "Para el público occidental, las movilizaciones exhalan un perfume romántico, como aquel que destilaba a finales de la década de 1960, periodo de liberación y de explosión de la palabra, de la moral y las ideas".
Estos movimientos tienen como referencia un hecho histórico comparable, la primavera de los pueblos de 1848, "cuando el continente europeo fue sacudido por una ola de contestaciones sociales y políticas potente. Reprimidas por todas partes, los manifestantes a veces encuentran éxito, como en París, o el fracaso, como en Varsovia. En todos los casos, el fenómeno deja huellas profundas y será indirectamente en el origen de evoluciones políticas ulteriores", señaló el profesor de este curso de extensión de UNED Ourense.
"Esta exclusividad árabe de 2010-2011, interesante por las condiciones sociales, económicas y políticas que prevalecen en el momento en que se desata el movimiento, y que pueden explicar en parte, pero que también existen en otras partes del mundo y no estallan. Europa del Sur, crisis de los subprimes y de la deuda, donde los “indignados” presentan características alejadas de los contestatarios árabes en el fondo y en la forma. Afecta a un grueso de sociedades árabes", manifestó Alvarado.
¿Y por qué tuvieron lugar esas primaveras en ese momento? Por el detonante, que hay que situarlo en la inmolación de Mohamed Bouazizi, el 17 de diciembre de 2010. A partir de ahí las manifestaciones se suceden y amplifican. A su muerte, el 4 de enero, ya era un movimiento imparable en la región.
Además, los espacios de la primavera árabe son lugares privilegiados, grandes plazas de los centros urbanos. "Centralidad y símbolos del poder, edificios oficiales, con su gigantismo, estatuas y retratos de los salvadores que las adornan sistemáticamente, las banderas, fuerzas de disuasión… Se muestran ante el poder y ante el mundo, comunican sus reivindicaciones en estos vastos espacios de poder", afirma David Alvarado.
Otra característica que menciona es que se trata de un movimiento "espontáneo, cuya amplitud sorprende a servicios de inteligencia árabes y contestatarios, que no habían concebido ninguna organización previa. Esto implica una ausencia de liderazgo: jóvenes, activos en foros de Internet, cristalizan un discurso en la esfera pública". Y en ese movimiento no hay partidos políticos tradicionales ni corrientes ideológicas coherentes: "fuera', 'alto a la corrupción' o 'dignidad (karama) traducen exasperación, pero no una ideología concreta".
Otro rasgo es la contestación pacífica, sin armas. "Frente a la represión e intentos de provocación, los jóvenes contestatarios en las plazas centrales de las ciudades fueron pacíficos. En la plaza Tahrir, la represión policial causa la muerte de cerca de 900 civiles, frente a 20 muertos del lado policial. En Túnez o en Yemen, aún menos muertes en sus rangos. Sólo en Libia y Siria, de naturaleza militar y carácter sistemática de la represión, hay desvíos violentos".
Entre los factores que desencadenaron las primaveras árabes, hay que señalar, según el profesor, que "este fenómeno histórico, iniciado a finales de 2010, marcó un punto de inflexión en la política de la región, provocando protestas masivas, revoluciones ciudadanas y cambios significativos en varios regímenes autoritarios". Aquí concurren causas estructurales, ya sean de tipo económico, social, demográfico o cultural, además de actores fundamentales como movimientos sociales, fuerzas políticas y actores internacionales, que influyeron en estos procesos de transformación:
- Factores Económicos: Altos niveles de desempleo, especialmente entre los jóvenes; desigualdad económica; y dependencia excesiva de los recursos naturales.
- Factores Demográficos: Crecimiento poblacional acelerado y una población joven que demandaba mayores oportunidades.
- Factores Sociales y Culturales: La percepción generalizada de corrupción, la falta de libertades civiles y la represión política.
- Factores Políticos: Regímenes autoritarios consolidados que limitaban la participación ciudadana y reprimían cualquier disidencia.
Otro detalle es la "exasperación social absoluta en la revuelta inicial. Empleos precarios o degradantes por salarios miserables, sin cobertura social, sin recurso a tribunales imparciales, sin garantías de ningún tipo… Sin esperanzas de promoción social, sin morir de hambre, pero sin perspectivas, sin futuro". Otro, la exasperación relativa, relacoinada con "una elite que ve cómo unos pocos se reparten las riquezas del país. En Túnez el clan de la familia política de Zine El Abidine Ben Ali. En Marruecos, el entorno de Mohamed VI y las elites árabes. Mejores escuelas, facultades, residencias fastuosas, coches, viajes y después mejores puestos para una aristocracia".
David Alvarado señala, además, el motor político, es decir, la gerontocracia dinástica. "Personalización de los sistemas políticos, que reproducen unas elites sin margen apenas para el cambio. El general de policía Ben Ali, de 75 años, en el poder desde 1989, cuando expulsó del poder a Bourguiba (de 86 años, que había gobernado desde 1956), era un ejemplo claro. El general egipcio Mubarak, de 83 años, reinaba desde 1981 cuando sucedió a Sadate. Gadfia, de 69 años, reinaba desde 1969, etc."
Hubo, además, un motor mediático, el canal Al Jazeera y redes sociales. "Atracción de las juventudes árabes, cobertura máxima de los acontecimientos, que traduce entusiasmo, transmite optimismo, efecto de impulso del movimiento. Un papel mayor de las redes sociales".
Se produjo un auge islamista: "combativos, oposición, encajan con los perfiles del grueso de la sociedad, desamparados, reislamización, ausencia de corrientes revolucionarias, descrédito de políticos tradicionales, las mezquitas como espacios políticos, virginidad política y victimismo, activismo social ante el desastre".
"Las protestas y revoluciones actuaron como catalizadores del cambio político en varios países, pero no solo derribaron regímenes autoritarios, sino que también expusieron las tensiones sectarias, tribales y regionales que existían bajo la superficie", expuso Alvarado Roales.
Y tras las revueltas, varios países emprendieron reformas constitucionales y celebraron elecciones. Hubo procesos limpios y transparentes para garantizar su legitimidad. Sin embargo, el éxito de estos procesos fue desigual:
- Túnez: Se estableció una nueva Constitución mediante un proceso participativo y consensuado.
- Egipto: Las reformas constitucionales fueron criticadas por perpetuar el poder de las élites militares.
- Marruecos: Se introdujeron cambios limitados que mantuvieron el poder del monarca.
Las revueltas árabes representaron un hito en la historia contemporánea del mundo árabe. Si bien lograron derrocar algunos regímenes autoritarios, los resultados de las transiciones políticas han sido mixtos. En algunos países, como Túnez, se avanzó hacia una mayor democratización, mientras que, en otros, como Siria o Libia, las revueltas derivaron en conflictos violentos sin resolución clara. Por último, el ponente citó la persistencia de problemas estructurales, como la corrupción, el desempleo juvenil y las divisiones sectarias, que siguen constituyendo un obstáculo para la consolidación de sistemas políticos estables y democráticos.

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