Claves contra los bulos y el negacionismo histórico

29 de septiembre de 2025

La UNED estuvo presente en el encuentro de investigadores Memoria Histórica, organizado por la UIMP y la Fundación Luis Tilve en Santiago, como herramienta de formación a docentes y público en general en el conocimiento básico de nuestra historia contemporánea desde el rigor y el estudio metodológico.

OURENSE, 29 de septiembre de 2025. Terminó en Santiago el curso Memoria histórica, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y por la Fundación Luis Tilve en la que la UNED estuvo presente especialmente en la persona de su director, Jesús Manuel García Díaz, que fue uno de los ponentes; y Julio Prada Rodríguez, profesor tutor y coordinador académico de UNED Ourense, además de ser decano de la Facultad de Historia de la Uvigo. Las sesiones, celebradas el viernes 26 y el sábado 27 de septiembre, tuvieron lugar en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago.

García y Prada, los dos ourensanos que participaron en este curso de la UIMP que tuvo como escenario la Facultad de Geografía e Historia de la USC.

"En ninguna otra dictadura europea de la época hubo una purga tan bien pensada y efectiva contra los maestros de Primera Enseñanza como la que se dio en España con los sublevados a partir del verano de 1936. Ni la Alemania de Hitler, ni la Italia de Mussolini ni el Portugal de Salazar dispusieron de un programa represor contra el magisterio como el que sí se puso en práctica en nuestro país", señaló García Díaz, quien habló de la represión del franquismo contra los maestros en Galicia, haciendo un recorrido por los estudios hasta la fecha publicados y señalando que en este asunto las provincias gallegas con más trabajos disponibles son A Coruña y Pontevedra. Explicó al detalle la maquinaria del proceso depurador, apoyado, dijo, "en un sinfín de normas, lo que da idea de la complejidad adquirida desde su puesta en funcionamiento gracias al Decreto de 8 de noviembre de 1936 por el que se crearon las Comisiones Provinciales de Depuración, que constituyen la segunda fase de un proceso que pretendía eliminar cualquier atisbo democrático en la ideología de los maestros que venían del régimen anterior, republicano, para adaptarse a la nueva ideología, que en absoluto nada tenía que ver con la concepción pedagógica anterior.

“Muchas denuncias contra maestros eran fruto de envidias, denuncias interesadas pero faltas de consistencia, para atentar contra los docentes, que se veían encartados al poco tiempo con informes sobre ellos, procedentes del comandante de la Guardia Civil, del alcalde, del párroco y un padre de familia de buenas costumbres", dijo el ponente.

Jesús Manuel García explicando el proceso depurador de los maestros de la República por el franquismo , proceso que se inició en julio-agosto de 1936.

El director de UNED Ourense hizo suyos los objetivos de este curso, pues, dijo, "con nuestras investigaciones se trata de promover la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, fomentar los valores democráticos, difundir nuestro pasado reciente con conocimiento basado en las últimas investigaciones hechas por profesionales de la historia, utilizando la veracidad y el rigor". Este curso ha sido igualmente un importante medio de formación para docentes, estudiantes y ciudadanos en general, en conocimiento básico de nuestra historia contemporánea.

"Esa investigación con rigor y veracidad es la que desmiente con datos otras versiones interesadas, defendidas desde otros frentes ruidosos, faltos de rigor y llenos de emociones. Desde la investigación, no podemos aceptar mantras ni argumentos sin base alguna, siendo el primero de ellos ese que sostiene que la guerra fue prácticamente pedida a gritos por la República, dado, dicen, su desgobierno. En julio de 1936 la realidad señala que hubo un golpe de estado que se venía preparando desde prácticamente el minuto uno de la II República, fruto de una conspiración militar y monárquica, muy apoyada desde el exterior, especialmente por Italia y Alemania. El problema de esto es que mucha gente no lee, se deja influir por lo que escucha en ciertos foros. Hay suficiente documentación para adentrarse en serio en estas cuestiones, fuera de filias y fobias".

Julio Prada defendió la tesis de la represión sobre las mujeres en Galicia estuvo condicionada por cuatro variables fundamentales: "la reducida movilización sociopolítica anterior al golpe de Estado, la escasa participación femenina en resistencia que encontró este, la no apertura de un proceso revolucionario en la retaguardia gallega que abriese la puerta a un mayor protagonismo de las mismas y la existencia de un fuerte contingente de huidos desde que los rebeldes se hacen con el control del territorio al que un buen número de ellas se mostró dispuesto a prestar auxilio". Sobre estas variables, añadió, "incidieron un gran número de factores, algunos idénticos a los que operaron sobre los varones y otros tamizados por las propias concepciones que los rebeldes tenían sobre el papel que la mujer había desempeñado y debía desempeñar en la sociedad".

Julio Prada Rodríguez, exponiendo la represión que los sublevados ejercieron contra las mujeres, aunque dijo que no es fácil fijar un perfil de mujer represaliada.

Insistió, asimismo en que no resulta sencillo establecer un perfil de mujer represaliada. Aun así, las mujeres que fueron más severamente castigadas pueden, en su mayoría, ser englobadas en dos grandes grupos:

El primero estaría formado "por un buen número de jóvenes que tuvieron una participación más o menos activa en organizaciones de signo izquierdista y/o feminista durante la Segunda República, destacaron como militantes o incluso directivas de sindicatos en sectores de producción con importante presencia femenina, hicieron sentir su presencia en mítines, manifestaciones, huelgas y celebraciones asociados a las fuerzas obreras o republicanas de izquierda, tuvieron una forma de comportarse en sociedad que no encajaba dentro de los moldes tradicionales y estuvieron presentes en los escasos conatos de resistencia al golpe que se produjeron en algunos de los principales núcleos urbanos y en contadas villas de Galicia".
El segundo grupo daría cabida a otro conjunto de "mujeres que hasta el momento de producirse la sublevación no se habían sentido inducidas a implicarse de forma activa en los que fueron los grandes debates de su tiempo. Ni la vida política ni la actividad societaria ni, en la mayoría de los casos, la inobservancia de los valores morales o la desviación de las tradicionales concepciones de la familia y de su papel en la sociedad las habían tentado especialmente. Su gran pecado consistió en extender a los que habían sido marcados como enemigos del régimen la que había sido su función tradicional a lo largo de los tiempos: proporcionarles refugio y alimento en el marco del hogar. La mayoría, sin embargo, aunque no encajaban en ese modelo de transgresoras, tenían razones más que sobradas para mostrar de ese modo su animadversión al régimen, pues eran familiares de represaliados o perseguidos. Otras, en cambio, tomaron tal decisión por las más diversas razones (simpatía, solidaridad, afecto, miedo…). Cualquiera que fuese su caso, cuando se las podía identificar como cabezas de familia y, por tanto, responsables en última instancia de lo que ocurría en su hogar, sobre todo si mediaba un enfrentamiento con las fuerzas del orden, compartieron la suerte reservada a aquellas y como a ellas se les exigieron las más altas responsabilidades».

Declaró Julio Prada que "muchas veces se ha señalado que las mujeres fueron las grandes perdedoras del desenlace de la guerra civil, porque incluso las que podían encuadrarse en el bando ganador vieron esfumarse los avances que la Segunda República había supuesto en materia de igualdad de género. Además, las que por decisión propia o empujadas por las circunstancias derivadas de ser madre, hermana, esposa o familiar de desafecto se situaron en el bando derrotado, fueron sancionadas no solo por aquello de lo que se las responsabilizaba en primera persona sino por lo que se le atribuía a sus allegados y a veces ni siquiera por eso: su propia condición de mujeres, cuando ello suponía transgredir unos valores tradicionales que los rebeldes consideraban consustanciales a su naturaleza o cuando las funciones que de ellos derivaban se ponían al servicio de los perseguidos, fue suficiente para que el castigo de los vencedores se abatiera sobre ellas".

La mesa redonda de este curso contó con veteranos políticos y periodistas para analizar la búsqueda de la libertad durante la dictadura franquista.

En este curso de la UIMP intervinieron otros investigadores como Xosé Manuel Núñez Seixas, Emilio Grandío, Francisco Redondo Abal; Mariano Sánchez Soler, Nicolás Sesma y Montse Fajardo Pérez. En la mesa redonda del sábado, día 27, titulada La búsqueda de la libertad bajo el régimen franquista. Una nueva generación en pos de la democracia, intervinieron el economista y ex presidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda; el profesor y ex alcalde de Lugo José López Orozco; el economista y ex presidente de la Xunta, Fernando González Laxe y el periodista y ex conselleiro de Economía e Facenda de la Xunta, Fernando Salgado García.