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Mariano Barbacid: “No son los países ricos los que más invierten en ciencia, son los países que más invierten en ciencia los que acaban siendo más ricos”

22 de febrero de 2022

La investidura de Mariano Barbacid Montalbán como doctor honoris causa de la UNED protagonizó la jornada de celebración del patrón de la universidad, Santo Tomás de Aquino. Varios acontecimientos se combinaron para hacer esta jornada de 2022 única e inolvidable: entre las efemérides, la UNED celebra el 50 aniversario de su fundación y la Ciencia los 40 años del nacimiento de la oncología molecular; en la organización del evento, la doble laudatio del investido, con madrina y padrino presentándolo ante la comunidad universitaria a la que ya pertenece; en los discursos, el elogio de la madrina a la Ciencia, la Química en especial, presente en todos los avances que hacen evolucionar la humanidad y la llamada de atención del nuevo honoris causa, recordando que “no son los países ricos quienes más invierten en Ciencia, sino que los países que invierten en Ciencia acaban siendo los más ricos”.

OURENSE, 22 de febrero de 2022. El rector Ricardo Mairal Usón presidía la ceremonia, flanqueado por el vicepresidente del Consejo Social, Aurelio López de Hita, y la secretaria general, Rebeca de Juan Díaz. Al fondo, el Coro de la UNED, dirigido por el maestro Luis Antonio Muñoz. La madrina y el padrino del nuevo doctor honoris causa, la catedrática de Química y vicerrectora primera, Rosa María Martín Aranda, y el director del Instituto de Salud Carlos III, el también oncólogo, Cristóbal Belda Iniesta, repasarían la biografía de Barbacid, un extenso y erudito curriculum, colmado de medallas, distinciones, honores de instituciones y academias. Y colmado de estudio, investigaciones, descubrimientos científicos y aportaciones a la salud de la humanidad, en constante batalla contra el cáncer.

La ceremonia en CanalUNED

Mariano Barbacid es profesor de Oncología Molecular y dirige el Grupo de Oncología Experimental del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Estudió Ciencias Químicas, especialidad en Bioquímica, en la UCM y se doctoró en el Instituto de Biología Celular del CSIC completó su formación postdoctoral en el Instituto del Cáncer (NCI) de Estados Unidos. En 1978 formó su propio grupo de investigación en el NCI donde trabajó hasta 1988. En 1982 aisló por primera vez un gen humano mutado capaz de causar cáncer, el oncogén, identificando así la primera alteración molecular implicada en el desarrollo tumoral. Estos descubrimientos sirvieron para establecer las bases moleculares del cáncer y abrir un campo nuevo de investigación, la Oncología Molecular.

Durante la siguiente década trabajó en la industria farmacéutica, hasta que volvió a España donde fundó y dirigió el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas(CNIO). Bajo su liderazgo, el CNIO se convirtió en menos de una década en uno de los mejores centros de investigación del mundo. Es miembro de entidades de investigación y salud en Europa, Estadios Unidos e Iberoamérica, ha creado escuela con numerosos investigadores de primera línea y gran reputación, tanto en biología molecular como en oncología.

La madrina, la vicerrectora de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica, Rosa María Martín Aranda, recordaba todo lo que le debemos a la investigación de Barbacid, “un oncogén es un gen anormal responsable de la transformación de una célula normal en una maligna que desarrollará un determinado tipo de cáncer. En estos últimos 20 años se ha producido una auténtica revolución en las estrategias terapéuticas empleadas para el tratamiento de los distintos tumores. La gran mayoría de estas nuevas terapias están basadas en la medicina de precisión, o terapias personalizadas, y la inmunoterapia. La medicina de precisión consiste en el desarrollo de fármacos selectivos contra las proteínas producidas por los genes mutados en cada tipo tumoral, independientemente del órgano de origen o de sus características”.

La Química y la Ciencia

Enamorada de la Química y la Ciencia, resaltaba la catedrática el papel de ambas en el bienestar social. “La química es la principal herramienta de la que dispone el ser humano para crear e innovar, con el apoyo de otras ciencias. Será la que nos permitirá seguir dando soluciones sostenibles a las demandas de una población creciente y cada vez más longeva. ¿Cómo erradicaremos las enfermedades actuales y aquellas que aún no conocemos?, ¿cómo alimentaremos a los más de 10.000 millones de habitantes que poblarán la Tierra en 2050?, ¿cómo podremos ofrecer a cada una de las personas que pueblan el planeta un nivel y calidad de vida suficientemente dignos? La Química está presente en todos los avances científicos, tecnológicos e innovadores que permiten el progreso de la Humanidad. Sin su relevante contribución, el hombre no habría alcanzado una mayor esperanza de vida.

“La investigación científica nos permite beber agua potable, mejora las cosechas y cura nuestras enfermedades. La Ciencia es solidaria y trascendente. Los grandes avances de la humanidad han sido catalizados por el progreso de la investigación en ciencia y tecnología. El conocimiento es patrimonio de todos. Unámonos, luchemos por un mundo mejor, en el que la ciencia y el progreso conduzcan a la felicidad de todo. Nuestra Universidad se enriquece hoy al incorporar al ilustre científico Mariano Barbacid a su claustro de profesores”.

El gran cambio en modos y medios de investigar

El padrino del nuevo honoris causa, su compañero en la disciplina de oncología, Cristóbal Belda Iniesta, citaba los grandes hitos de su actividad investigadora y sus descubrimientos en la lucha contra el cáncer, “contra los tumores más asesinos”, y se detenía en otros aspectos, quizá menos conocidos, pero igual de relevantes. Testigo de sus aportaciones a la oncología molecular, lo definía acotando el área de trabajo donde opera. “El conocimiento es la herramienta contra la ignorancia, y la lucha contra el cáncer es la historia de la batalla de la ciencia contra la causa de la muerte de un tercio de los hombres y mujeres de toda Europa continental. Solo en España se diagnostican alrededor de 50000 nuevos casos al año de cáncer de colon y 1,8 millones de nuevos casos en el mundo. Podemos tener una idea aproximada de las consecuencias de la ciencia desarrollada bajo su batuta al comprobar que una nueva familia de inhibidores clínicos impactará en un 15 por ciento de pacientes de cáncer de pulmón, o lo que es lo mismo, unos 300.000, y de los diagnosticados de cáncer de colon”.

Belda resaltaba otros datos sobre la innovación aportada por Barbacid a la investigación y el ejercicio de la oncología. Su vuelta a España tras años de trabajo en Estados Unidos, en instituciones públicas y privadas, y la creación de la Fundación Estatal Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO) fue un ejemplo de cómo el talento aplicado a la administración pública es capaz de resolver hasta las situaciones más complejas, y el nuevo modelo de gestión y financiación de la Ciencia en nuestro país, “permitió atraer a algunas de las más rutilantes estrellas del firmamento científico oncológico del momento y situó al centro entre las cinco instituciones con mayor producción científica del mundo. Fue un antes y un después en la gestión de la ciencia dentro del sector público en España. Desde entonces son numerosos los hallazgos que allí se han producido y que nos han maravillado como científicos. Son multitud el número de científicas y científicos del más alto nivel que se han formado entre sus paredes y que, posteriormente, han destacado en laboratorios de investigación de las universidades y centros de investigación más prestigiosos del mundo”.

Resumía Belda que “el impacto del profesor Barbacid en la oncología contemporánea está vinculado tanto al descubrimiento y caracterización de oncogenes y la disección molecular de aspectos centrales del ciclo celular; a la creación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y a la formación de oncólogos e investigadores de muy alto nivel en varios continentes. Pero sobre todo, está vinculado al impacto que tienen sus investigaciones sobre la vida de millones de personas”.

Ayer, hoy y mañana de un científico

“Durante las últimas décadas las sociedades occidentales han experimentado una altísima mejora en cuanto al desarrollo y conocimiento del mundo biosanitario, a pesar de lo cual no hemos podido evitar encontrarnos en medio de una pandemia”, señalaba Mariano Barbacid en su discurso de ingreso al claustro de la UNED. “El gran beneficio que la Ciencia ha podido aportar a la sociedad es la generación en tiempo récord de las vacunas. Desgraciadamente, la pandemia ha ocasionado efectos colaterales con otras enfermedades, como el deterioro mental de muchas personas y algo no menos grave, la limitación de recursos para otras dolencias mucho más graves como son las enfermedades neurodegenerativas y sobre todo el cáncer”.

Aún asumiendo los logros que su trabajo y el de sus equipos de investigación han aportado y aportan cada día a la salud de millones de personas en todo el mundo, el maestro mira al futuro y defender el trabajo de los científicos que deben afrontar su día a día con medios a menudo insuficientes. “Mi compromiso por seguir investigando es firme” afirmaba, tras constatar los 40 años transcurridos entre el aislamiento de los primeros oncogenes y el reto de materializar nuevos fármacos contra “los tres tipos de cánceres que causan mayores índices de mortalidad: el adenocarcinoma de pulmón, los tumores colorrectales y la casi totalidad de los tumores de páncreas”.

En un alegato reivindicativo, el nuevo doctor honoris causa de la UNED señalaba que “cuando regresé a España justo a finales del siglo pasado, mi laboratorio se financiaba casi en su totalidad con recursos obtenidos de convocatorias públicas. Desgraciadamente ahora los procedentes del Gobierno y de las Comunidades Autónomas no representan ni el 20 %. Podemos seguir investigando gracias a los European Research Council, que ahora son el sustento principal de los grupos que quieren estar en la elite científica, e instituciones y ONG´s privadas como la Fundación de la Asociación Española contra el Cáncer o la Fundación CRIS. Insto a nuestra clase política a que dejen el ruido a que nos tienen acostumbrados y pongan en marcha un verdadero y eficaz pacto de Estado por la Ciencia aprovechando la llegada de los Fondos Europeos, una oportunidad única de sacar al sector de la preocupante situación en que se encuentra. Si se desperdicia, quien sabe cuándo será posible volver a intentarlo. A mí ya no me va a afectar, pero a buen seguro afectará a las generaciones venideras. Recordemos que no son los países más ricos los que más invierten en Ciencia, sino que son los países que más han invertido en Ciencia y Tecnología los que hoy en día son los más ricos”.

La UNED es el proyecto integrador, sugestivo, articulado y más democrático de España

El rector de la UNED, Ricardo Mairal Usón, ha iniciado su discurso celebrando el 50 aniversario de esta universidad, una institución que en sus palabras “es el proyecto más integrador, sugestivo y articulado, más democrático y racional-social de España como país”. “En momentos como estos, de enclave en el Término Medio entre dos Tiempos, la mirada se amplía y se vislumbra el horizonte, que queremos abrazar con el ímpetu de la innovación, pero también con la lealtad a las señas de identidad que caracterizan nuestra naturaleza: la de Universidad pública, sostenida en el rigor intelectual y académico y una irrenunciable vocación de función social que nos permite llegar a aquellos que por discapacidad, lejanía o conciliación no disponen de otras posibilidades de formación universitaria”, ha destacado Mairal en su discurso.

Los retos del futuro son impredecibles, pero algunos pueden ya vislumbrarse desde nuestro presente, ha dicho el rector, que ha subrayado la posición privilegiada de la UNED en estos momentos que vivimos de “enclave entre dos tiempos”. “Algunos desafíos del futuro ya se perciben, como la necesidad de reforzar las sinergias colaborativas interdisciplinares. Por ejemplo, entre las Humanidades, las Ciencias, las Técnicas, los saberes históricos y los jurídicos, las ciencias de la naturaleza y la salud y las de las culturas; o la importancia de contribuir al equilibrio entre dos Españas que tienden a escindirse peligrosamente: la urbana cosmopolita y la rural, que se vacía impulsada por la brecha tecnológica. Y en este desafío deben cumplir un papel estratégico nuestros centros asociados, que han de seguir siendo garantía de la vertebración territorial académica del país”, ha señalado.

El rector ha anunciado un Tiempo de Ilustración hacia el que debemos avanzar. Un camino de progreso y retroceso. “Sí, una segunda, una Nueva Ilustración, de la mano de la Universidad y de nuestra UNED, que despunta ya en muchas de las investigaciones científicas impulsadas desde nuestros institutos, centros y grupos de investigación, a los que hoy quiero públicamente expresar mi reconocimiento y gratitud por la extraordinaria labor que están haciendo”.

Muestra brillante de esta Nueva Ilustración son, en opinión del Rector de la UNED, los “prometedores trabajos” del doctor Mariano Barbacid, un hombre fundamental “para que la esperanza racional en la Ciencia, esa Docta Spes, se encienda cálida en nuestros corazones”. Gracias a la investigación del doctor Barbacid, hoy podemos celebrar otro aniversario, el cuadragésimo del aislamiento del primer oncogén humano, así como de la identificación de la primera mutación directamente asociada al cáncer y con ello, el nacimiento de la disciplina que hoy conocemos como Oncología Molecular, y que ha cambiado el pronóstico del tratamiento del cáncer. “Sin duda, este descubrimiento ha sido decisivo para establecer las bases moleculares del cáncer y contribuir a la lucha contra esta terrible enfermedad. ¡Cuánto le debemos al doctor Barbacid, a su admirable tesón y talento científico, a su generosidad y entrega a la ciencia! Gracias a él y sus hallazgos, hay tantas vidas que se han salvado, tantas que se salvarán, venciendo a la enfermedad. Es un ejemplo singular de filantropía, de entrega y amor a los demás”, ha expresado el rector de la UNED.

La figura del doctor Mariano Barbacid es un “modelo de recto proceder, de trabajo fecundo que lleva a descubrimientos que ayudan a vivir mejor, e incluso a salvar vidas. Los trabajos del doctor Barbacid son un exponente indiscutible de que la Ciencia es una rama del saber humano que inspira nuestra existencia y aumenta nuestra calidad de vida, propiciando un mayor conocimiento de nosotros mismos y del mundo que nos rodea”, ha destacado el rector antes de afirmar que estos hombres de ciencia son imprescindibles en la Nueva Ilustración que necesitamos para “equilibrar el avance imparable de la Ciencia con la claridad y el sentido crítico que emanan de las Humanidades”.

“Esta nueva era que vivimos -ha dicho el rector- será definida con precisión por los científicos del futuro, pero a mí me gusta denominarla Nueva Ilustración, segunda ilustración, o bien otra ilustración, como ya he escuchado que la llamen algunas voces acreditadas”. El rector ha recordado que la Ilustración del S.XVIII, conocido como el Siglo de las Luces, fue en esencia “un instante histórico de destacable importancia para comprender la modernidad, impulsando los avances científicos. Ya en 1784 Kant, al responder a la pregunta de qué era la Ilustración, nos decía para explicar los retos de ese periodo que ninguna época podía hurtar a la siguiente la posibilidad del progreso”.

Es por ello que Mairal ve una “ineludible obligación” en la comunidad universitaria de “sostener y desarrollar el concepto integral de la cultura. Sea desde el campo de las ciencias puras, de las ciencias aplicadas, de las sociales o de las humanas, somos custodios de la obra de las generaciones que nos precedieron y debemos continuarla en beneficio de las generaciones que nos sucederán”.

En su discurso, el Rector ha citado a Emilio Lledó para señalar que uno de los valores genuinos de la Ciencia es la filantropía, “el amor a la Humanidad”. “¿Qué mejor ilustración de esa filantropía que la dedicación continua y comprometida del doctor Barbacid a la salvación de vidas en su lucha contra el cáncer?”.

En la búsqueda de la verdad que caracteriza a cualquier periodo luminoso del saber no se debe olvidar el diálogo, recordó el Rector en su discurso. “La crítica y la duda nos conducen al respeto por la diferencia, a entender el disenso, el derecho a disentir, como bien nos recuerda Javier Muguerza; a no estar de acuerdo sin que ello suponga escisión, quiebra o ruptura, exclusión o demonización del otro, sino reconocimiento de las diferencias y la complejidad plurales. Sí, el respeto por los diferentes saberes y las ciencias plurales no solo nos van a permitir conocer el mundo mejor sino, lo más importante, transformarlo creativamente en un mundo más ilustrado, más crítico, más solidario, más pacífico y, sobre todo, más optimista”, ha descrito.

Por eso cree que es, precisamente la Universidad, “templo de la palabra y el diálogo” debe servir de “tractor, generador de ideas y, por qué no, de sueños”, ha dicho. “Sin duda, la Ciencia y el conocimiento constituyen la base para la proyección del diálogo, la crítica y la duda, el rigor sin miedo a la innovación, el respeto, la concordia y la filantropía. En este contexto, Ciencia, innovación y progreso están inexorablemente unidos. Son la base de nuestro camino, el camino del progreso y la Ciencia, el de la fructífera trayectoria del profesor Barbacid, y el modelo que debemos seguir en la UNED para impulsar nuestro futuro en los próximos cincuenta años”.

Para terminar, el Rector ha recordado el aforismo de Machado “Hoy es siempre todavía”. Y ha querido citarlo completo: “Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora.” Y ha vuelto a recordar a otro machadiano, Emilio Lledó, que vio en este aforismo del poeta la posibilidad de actuar en el futuro. Para ello, el rector ha leído un brevísimo fragmento de Lledó: “Nuestro mundo es real porque es posible, porque todavía cabe esperar, (…) ese horizonte del todavía está siempre abierto. Todavía el pensamiento y el hacer humano”.

Con estas palabras, quiere el rector señalar el camino de la UNED en el próximo medio siglo. “Cumplamos como Universidad nuestras promesas ahora, cada día. Desde la experiencia de los 50 años pasados, con la convicción y la determinación de hacer una UNED mejor, rigurosa y solidaria en los cincuenta que han de venir. Cada día. Ahora”, ha concluido.

A esta solemne celebración acudió el director de UNED Ourense, Jesús Manuel García Díaz, junto con otros directores de otras partes de España, para sumarse a esta fiesta académica y arropar junto a toda la Universidad al nuevo doctor Honoris Causa en una jornada brillante y emotiva dentro del protocolo universitario que la UNED cuida en todo momento.

Comunicación UNED Ourense

Edición web: Rafael Carretero del Puerto

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