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La UNED une a las diputaciones de Zamora y Ourense para potenciar el Camino Meridional

3 de abril de 2024

Los presidentes de ambas administraciones provinciales mostraron su interés en trabajar unidos por el desarrollo de este importante recurso espiritual, cultural y turístico. Dicho interés quedó patente en la inauguración del curso sobre el Camino Meridional, cuya primera de las seis sesiones que lo componen tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Benavente. Allí impartió la primera conferencia el catedrático Jesús de Juana.

OURENSE, 3 de abril de 2024. El curso que la UNED inauguró ayer en Benavente, organizado por UNED Zamora y UNED Ourense, sirvió de acicate para que las diputaciones de ambas provincias muestren su compromiso con la potenciación conjunta del Camino Meridional. Con un buen aforo en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Benavente, tuvo lugar el acto inaugural, que abrió la alcaldesa de la ciudad, Beatriz Asensio, quien celebró la realidad de este curso de la UNED para poner en el lugar que le corresponde, al patrimonio turístico. Agradeció a la UINED la iniciativa y el hecho de que arrancase en su ciudad. A continuación intervino, en representación de la UNED, el director de UNED Ourense, Jesús Manuel García. "Mi querido colega, Antonio Rodríguez, director de UNED Zamora, aquí presente en esta mesa, y quien les habla, en un interesante encuentro de ambos en la bellísima comarca de Sanabria el verano pasado, dispusimos ponernos en marcha con una primera iniciativa, la que hoy inauguramos, un Camino de peregrinación que nos une a zamoranos y ourensanos. Pasa por nuestras respectivas provincias. Y queremos que todas las ponencias, 6 en total, se repartan en los pueblos y villas del camino o próximas a este. El Camino es solo una magnífica excusa para estudiar nuevas acciones culturales entre ambos centros de la UNED en Zamora y en Ourense. Sirva este primer ciclo sobre en Camino Meridional para que vaya fraguando poco a poco hasta consolidarse, con el paso del tiempo. La UNED está presente en ambas provincias con todo su aparato de cursos de extensión y de actos culturales que lleva a sus villas, ciudades y pueblos. Es importante el papel que desarrolla nuestra Universidad, muy pegada al territorio como ninguna otra puede hacerlo. Y la importante plataforma que supone el que actos organizados en nuestro rural, puedan ser seguidos desde cualquier parte del mundo. Fíjense el interés que ha despertado fuera de nuestras fronteras pues ya se han inscrito 225 personas, 4 de ellas en el extranjero: 1 en Moscú, 1 en Illinois, 1 en París y otra en los Países Bajos. Entre los inscritos tenemos seguidores del ciclo en todas las comunidades autónomas".

Diputación de Ourense

El presidente de la Diputación de Ourense, Luis Menor, lanzó en este acto de la UNED en Benavente su propuesta de "coordinar esfuerzos e iniciativas entre las diputaciones de Ourense y Zamora que “inclinen la balanza de los peregrinos por el Camiño Mozárabe”, contribuyendo así a potenciar “una ruta xacobea que nos une”. Destacó el presidente ourensano que compartir entre Zamora y Ourense ese “factor diferencial” que supone el AVE en una ruta de peregrinación, pone encima de la mesa nuevas oportunidades de cooperación “que creo deberíamos explorar”. Señaló, además, que "desde las diputaciones valorizamos nuestros  territorios, de tal modo que vertebrar esa puesta en valor, ampliando el radio de cooperación, aporta un efecto multiplicador a todos los esfuerzos y políticas que pongamos en marcha”.

Menor aprovechó la ocasión para demostrar el compromiso de la ieputación de Ourense con el Camiño Mozárabe, explicando la campaña de promoción desarrollada esta Semana Santa o las acciones que se diseñaron en combinación con la alta velocidad desde la estación de A Gudiña, impulsando ya en esta primavera contactos con diferentes asociaciones y con los alcaldes de los municipios por los que discurre el histórico camino de peregrinación. 

Diputación de Zamora

El presidente de la Diputación Provincial de Zamora, Javier Faúndez, indicó que Zamora cuenta con más de 500 kilómetros de rutas jacobeas que abarcan seis caminos diferentes: Vía de la Plata, Camino de Poniente, Camino Matritense, Camino de Levante, Camino Portugués y el mencionado Camino Mozárabe-Sanabrés. Faúndez se ha mostrado de acuerdo en establecer un entorno de colaboración y coordinación conjunto para sacar adelante esta iniciativa. "Ambas instituciones consideramos que es un importante valor turístico, patrimonial y natural para las dos provincias".  

Conferencia de Jesús de Juana

La primera de las seis conferencias previstas en este ciclo de la UNED, le correspondió al catedrático Jesús de Juana, quien desarrolló el tema La creación de Santiago como punto de peregrinación de la cristiandad occidental. El ponente fue presentado por su colega y amigo, el también catedrático de Historia Contemporánea, Juan Andrés Blanco. Este señaló que De Juana, siendo de Molina de Aragón, es un ourensano consolidado, pues desde esta ciudad ejerció la docencia y la investigación que, dijo, trató de ser divulgación de la historia para el pueblo. Y así le dio paso.

"En el mundo medieval occidental se van a ir conformando reinos y territorios diversos en los que cohabitan componentes de la antigua cultura grecorromana con las costumbres, lenguas y hábitos germánicos, pero todo ello, todos esos factores ulturales, están fundidos en un nexo común, en un aglutinante intelectual, en una argamasa única que les enlaza a todos, que es el Cristianismo. Y en el territorio hispano, en concreto en el fin de la tierra conocida, va a ocurrir lo mismo. De tal manera que, a la altura de finales del siglo X estaba claro que la identificación de un territorio concreto y una población con la Cristiandad latina, ordenada y dirigida desde Roma, se refería y coincidía con el concepto de Europa", señaló el ponente.

Así mismo, en esta configuración cultural y geográfica de la Cristiandad medieval, expuso De Juana que  tuvieron también mucha importancia, desde el punto de vista religioso, las peregrinaciones, bien para penar los pecados o para alcanzar las preciadas indulgencias, y también las cruzadas, para proteger a aquellas y ampliar y defender el territorio cristiano, fenómenos ambos muy representativos de aquella época, tanto las dirigidas a Tierra Santa como a la Península ibérica.

Y en este contexto histórico nacional e internacional nace Santiago como ciudad y como el gran fenómeno religioso, militar, cultural, económico…, del medievo español y europeo. Sin entrar en el debate del origen del topónimo Compostela, la realidad histórica es que, con los antecedentes de un pequeño poblado romano preexistente y la referencia a la presencia de un antiguo cementerio, la ciudad nació y fue creciendo vinculada siempre al descubrimiento, divulgación y devoción del sepulcro del Santi Iacobi".

El ponente señaló que Compostela nace "cuando se empieza a conocer como término o tramo final de toda una compleja red de caminos e itinerarios, incluyendo los marítimos, cuando se inicia ese viaje colectivo que desde todos los puntos de Europa, y por tanto de España, se orientaba hasta la ciudad del Apóstol a lo largo de la prolongada época medieval. Su importancia queda reflejada en esa primera guía europea que representa el admirable Codex Calixtinus. Existen muchísimos estudios científicos y de difusión del extraordinario fenómeno jacobeo. Pero más allá de los motivos religiosos, artísticos, cronológicos, de devoción, milagros, reliquias, etc., que han sido señalados preferentemente por quienes se ocupan de este tema para explicar y justificar la multitud de peregrinos que llenaron los caminos de toda Europa para visitar la tumba del Apóstol, debo decir que la realidad histórica nos muestra que, además de todo esto, hubo una clara geoestrategia político-religiosa para crear lo que se llamaría genéricamente “la Cristiandad”, impulsada por el papado, y apoyada por príncipes cristianos, que tenía su centro en Roma y sus límites geográficos en Jerusalén y Santiago, fronteras oriental y occidental, respectivamente, de una amplia Europa dividida en múltiples reinos que estaban unidos por una misma religión y cultura, por una misma lengua culta, el latín, por una misma obediencia a los Pontífices y por un  enfrentamiento con el Islam, su enemigo territorial, cultural y religioso".

Advierte Jesús de Juana que para entender la estructura político-religiosa de la Edad Media europea "hemos de tener presente alguno de los principios rectores que se mantendrán secularmente en ese concepto que se denominó en la realidad Cristiandad. Podemos entender por tal la composición de una serie de territorios diversos unidos por la fe cristiana que, además de dirigir el aspecto espiritual que le es propio con el fin de lograr la vida eterna, regula y ordena además el orden político y social de los pueblos que la integran. Por tanto, el Cristianismo no va a ser solo una simple religión, un credo o un programa de salvación, sino que será también un modelo político compartido que ensambla en el mundo terrenal a todos los reinos en una estructura superior llamada Cristiandad para construir el reino de Dios en la tierra. Esta alianza entre lo espiritual y lo temporal en el medievo aspiraba a alcanzar lo que se ha llamado el 'agustinismo político', esto es, la adaptación de las instituciones laicas y terrenales al orden sobrenatural orientado por la Iglesia, tal y como proponía uno de los pensadores más influyentes en esta época medieval, San Agustín, en su gran obra La Ciudad de Dios. Por otro lado, esta 'unidad cristiana' descansaba en un doble poder: el temporal, detentado por la realeza, para defenderla, sobre todo, de la amenaza musulmana; y el espiritual, en manos eclesiásticas bajo la autoridad papal. Este sentido de pacto que tiene la Cristiandad medieval está sustentado en cuatro principales pilares: 

  • La confesión de una misma fe cristiana, 
  • Una misma cultura romano-germánica, 
  • Una misma acción política heredada del Imperio 
  • Un idioma común culto, el latín.
               

De modo que, a la altura aproximada del año 1000, "podemos considerar que el embrión de la futura Europa se identificaba con el territorio y la población que componía e integraba la religión cristiana", indicó el ponente.

"Para convertir a Roma en el centro de esta nueva Cristiandad que pretendía llegar por el oriente hasta Tierra Santa, hasta Jerusalén, había también que ensancharla hasta los confines de occidente, hasta el final de la ruta de las estrellas, hasta el más apartado -y el último en crearse- lugar de devoción cristiano en el finis terrae del mundo romano. Poco a poco la noción de Cristiandad se va identificando con una Europa que va adquiriendo y difundiendo unos mismos conceptos comunes de desarrollo material, arquitectónico, artístico, religioso, literario, filosófico, musical, litúrgico, etc., en definitiva, a pesar de sus límites geográficos imprecisos, sobre todo por el Norte y el Este, podríamos decir que se va estructurando una civilización colectiva fundada en un mismo conjunto de costumbres, saberes y artes. Es famosa la frase de Goethe de que 'Europa nació en la peregrinación y la Cristiandad es su idioma materno”.

"Cuando se produce la inventio (en sus dos acepciones: descubrimiento e invención) histórica de la tumba del apóstol Santiago en tierras de la más occidental de las diócesis cristianas (Iria Flavia), en el límite continental del mundo conocido, los poderes políticos y religiosos de entonces se percatan de los beneficios que tal hecho podía reportar a la organización territorial de aquella incipiente Europa cristiana y  diseñan las funciones y acciones que había que realizar para conseguir sus objetivos políticos y religiosos. Y así nació Compostela a la vez que el 'milagro' jacobeo por el que, tras el descubrimiento de su sepulcro y la visita del rey asturiano Alfonso II, el apóstol Santiago se convirtió en el paladín de las fuerzas cristianas y patrón de España, a la vez que compañero de viaje de los cada vez más abundantes devotos peregrinos que acudían a su santuario, ya que, una vez creado el fenómeno y la ciudad, se precisaron Caminos interterritoriales, públicos, ordenados y protegidos por los poderes reales en el límite más alejado de la jerarquía y obediencia papal. Y ya podemos adelantar que el complemento mítico religioso de los sucesivos reinos hispanos que se van a ir configurando desde el norte poco a poco, y que van a protagonizar la multisecular campaña de reconquista contra los musulmanes, va a ser la invención de Santiago, santo-guerrero, símbolo, patrón, protector y punto de unión de las armas cristianas", expuso el doctor De Juana López.

Y poco a poco los Caminos, para posibilitar la peregrinación, se llenaron de monasterios, hospitales, artesanos, comerciantes, hospederos, caballeros y cruzados, etc. "Y además de vías religiosas y artísticas también van a ser, en el caso del Camino francés, una importante ruta comercial que va a unir al occidente cristiano con las zonas más dinámicas y desarrolladas de Europa, y en el caso del Meridional va a permitir el tránsito primero de los mozárabes de Al Andalus y luego su repoblación y cristianización, fundando numerosos monasterios, sobre todo después de la conquista de Sevilla y Córdoba por parte del rey Fernando III el Santo (s. XIII)".

"La rápida conquista musulmana de la Península ibérica a partir del 711 facilita su expansión transpirenaica que sería frenada por Carlos Martel en la batalla de Poitiers en el 732, y convierte a los invasores en el principal peligro de los reinos cristianos. En la Península, después de la inicial 'victoria' en Covadonga (entre el 718 y 722) se puede decir que nace el primer reino hispano-cristiano, el reino de Asturias con Alfonso I (739-757), que  inicia el hostigamiento a los seguidores de Mahoma y defiende el noroeste de las ofensivas vikingas o normandas (literalmente 'hombres del norte'), Desde finales del siglo VIII empiezan la invasión y saqueo de Inglaterra, que sería conquistada en 1066 por Guillermo el Conquistador, después de la batalla de Hastings, ejercen una fuerte presión sobre el reino franco que va a obligar a Carlos III, denominado el Simple, a entregar a su jefe Rollón el ducado de Normandía a cambio de un acuerdo de paz y de convertirse al cristianismo.

Y desde esta nueva tierra harían incursiones y correrías diversas, como las sufridas en Galicia, a la que denominaban Jakobsland, en diversas oleadas a partir del siglo IX, que duraron hasta la segunda mitad del siglo XI en que se convierten al cristianismo. Incluso hubo un frustrado intento desde el 968 y durante los tres años siguientes de estos guerreros del norte que mandaba el rey Gunderedo de convertir la Tierra del Apóstol en una nueva Normandía, de la cual procedían.  

De cualquier manera, el principal enemigo por antonomasia de la España, de la Europa y de la Iglesia medieval desde el punto de vista bélico, territorial, cultural y religioso desde el siglo VIII va a ser el Islam y la expansión musulmana".

A partir de mediados de ese siglo octavo, con Alfonso I de Asturias (739-757), en una estrecha franja de tierra montañosa de todo el norte peninsular orientada hacia el océano, "va a ir surgiendo el primer reino cristiano hispano libre del dominio musulmán. Anexionó Galicia y el norte de lo que luego sería Portugal, además de recuperar la población de los denominados "campos góticos", es decir, los territorios de la meseta norte, y trasladarla a Galicia, Asturias y Cantabria. En el momento del gran protagonismo de Carlomagno reinaba en Asturias Alfonso II, apodado 'El Casto', nacido en el 760 y rey entre el 791 y 842, el cual mantuvo estrechas relaciones y alianzas con el renombrado rey de los francos y futuro emperador Carlomagno, que recibió  personalmente a varias delegaciones de embajadores ovetenses y que le consideraba, según los Anales Carolingios, Rex Gallaeciae et Asturias”.

"Esta relación -prosigue el ponente- no solo le servía al asturiano para mantener la integridad de su reino ante los ataques musulmanes, sino también para conquistar Lisboa en 798 e infligirles diversas derrotas en años sucesivos. Siguiendo su modelo imperial, fortaleció la figura monárquica, consolidó el reino creando una administración eficaz, afianzó un sólido poder militar, estableció la capital en Oviedo y la promovió como sede episcopal y, lo más importante para nuestro relato, se convirtió en el gran protector de la ortodoxia cristiana. Durante su reinado se descubrió la tumba de Santiago (c. 820-830), junto a la de sus dos discípulos Teodoro y Atanasio, y la tradición cuenta que antes de morir marchó en procesión a Compostela, por lo que se le considera el primer peregrino y el que inauguró el camino primitivo que parte de Oviedo. También construyó la primera iglesia de ese nuevo lugar santo enclavado en el confín del mundo".

El reconocimiento del sepulcro de Santiago por parte de Alfonso II y su divulgación por Europa supuso "un enorme prestigio político para el reino de Asturias y para la Hispania cristiana, pero también podemos decir que Compostela va a significar y va a representar esa aceptación de múltiples formas de ser y de entender el mundo bajo unas premisas previas y valores humanos comunes, y unas virtudes ciudadanas y unas creencias religiosas parecidas. Por eso Compostela podría ser considerada como el paradigma más sobresaliente de lo que fue la Cristiandad europea. O la Europa cristiana medieval, si se prefiere", dijo De Juana López en esta conferencia inaugural.

 "Y si, a partir de finales del siglo X, empieza a convertirse en el muro simbólico que frenaba la expansión territorial y religiosa musulmana, con el avance de la Reconquista hispana se va a transformar en el foco de atracción religiosa peninsular sumándose a la corriente europea. Perdida Jerusalén, y definida Roma como poderosa capital litúrgica y administrativa del cristianismo, Compostela se asentó como el faro luminoso de espiritualidad cristiana regando de universalidad europea todos los caminos jacobeos. Caminos medievales que se hacían muchos de ellos poco a poco con las huellas que iban dejando las sandalias de los peregrinos, las pezuñas de los caballos de los guerreros y las ruedas de los carros de los mercaderes. Y desde los más antiguos mapas cartográficos los principales caminos hacia occidente terminaban en Compostela, en el Finisterre europeo", indicó.

Los caminos eran como las arterias y venas por donde discurría la sangre peregrina desde todos los lugares del mundo occidental. "Por esas vías se difundían y expandían los valores cristianos y europeos, se convertían en itinerarios culturales, en sendas por donde circulaba una nueva civilización que afectaba al pensamiento, a la literatura, a la música, al arte, a la arquitectura y construcciones monásticas, puentes, albergues y hospitales…, todo ello como resultado de ese gran intercambio de personas de diferentes pueblos, de distintas formas de vida, de diversas lenguas y tradiciones, etc. pero unidos por la religión cristiana y el ejercicio de la tolerancia. En fin, podemos decir que Compostela, por la gran transcendencia del fenómeno jacobeo, surge y se va a construir como un atractivo foco religioso para el mundo cristiano, pero también va a tener una importancia capital para la construcción política, social, económica, cultural, etc. de Europa. Una vez asentado el Camino (o los caminos) y desaparecido, o muy debilitado, el peligro musulmán, su trayecto y espacios adyacentes se van a convertir (utilizando el término acuñado por Mircea Elíade) en un “sistema hierofánico”, porque toma conciencia de la existencia de lo sagrado que se manifiesta tanto en los objetos religiosos como profanos de su recorrido, y Compostela se va a convertir en la culminación, en el máximo ejemplo, de ese paradigma que vertebra lo sacro de la Cristiandad y los valores político-sociales de Europa".

Añadió el catedrático De Juana que "podríamos decir que la acción conjunta de los poderes eclesiásticos y civiles en la creación y desarrollo de la Cristiandad europea como nuevo espacio político emergente se explica y justifica por la necesidad de divulgar los principios de la nueva organización europea basada en la recuperación de la centralidad cosmológica cristiana de Roma frente a Constantinopla y la proclamación del Imperio carolingio como garante del orden cristiano universal. El acercamiento entre ambos poderes se inicia con Carlos Martel, vencedor de los musulmanes y organizador del reino galo, y el papa Gregorio III a partir del 739. Su hijo Pipino pacta en el 752 su coronación como primer rey de los francos con el Pontífice Zacarías, ratificada por segunda vez en San Denis, en 754, por Esteban II a cambio de la recuperación de los Estados Pontificios amenazados por los lombardos. Y de esta manera nace la relación de los vínculos políticos y religiosos entre el Papado y la nueva dinastía Carolingia. Pero la manifestación más clara de la unidad de visión, acción y disposiciones de las dos jurisdicciones (la temporal y la espiritual), de la unidad de 'las dos espadas', es la reconstrucción del Imperio en la Navidad del 800, cuando León III coronó a Carlomagno como nuevo Imperator Romanorum. Es el momento inicial y decisivo del proyecto, de poner en práctica esa confluencia de intereses geoestratégicos de defensa de la fe cristiana y su expansión y ampliación territorial. Y esto, a pesar de las divisiones feudales, presenta a la Cristiandad como una única sociedad universal, que se identifica por su dependencia a una sola jerarquía religiosa y su pertenencia a una misma cultura occidental que serviría de embrión a la futura Europa. Quien históricamente se presenta, pues, como el creador de este pacto medieval del mundo occidental, de esta fusión entre lo espiritual y lo temporal basada en un común sacramento del bautismo, restaurador  del Derecho Común romano, va a ser Carlomagno, el gran líder impregnado de un espíritu teocrático que le lleva a ser una especie de vicario divino y el mayor defensor de las ambiciones y deseos de la Iglesia, de sus siervos, de las fronteras cristianas, de la paz y justicia de sus súbditos, etc".

En este contexto bélico y estratégico es donde se explica, señala el ponente, la campaña que desarrolla Carlomagno desde finales del siglo VIII "para terminar en 811 con la conquista de gran parte del norte del Ebro, y la connivencia pactada primero con el papa Adriano I y luego con su sucesor León III para lograr un imperio cristiano que 'romanizara' la liturgia hispano mozárabe y detuviera la expansión del Islam, ampliando la zona cristiana del norte de la Península que ya había comenzado por el oeste con el incipiente reino de Asturias". Y si importante son los hechos históricos, como éstos, en el simbolismo medieval eran tanto o más importantes las leyendas y las fantásticas invenciones interesadas que llenaban el pensamiento y el sentimiento de las gentes. "En este sentido, cobra una enorme importancia posterior la divulgación que se hace dos siglos después de la estrecha relación de Carlomagno con Santiago contenida en el famoso Codex Calixtinus. En la narración se cuenta que, a través del Camino de las Estrellas que se iniciaba en el mar de Frisia (Países Bajos) y llegaba hasta Galicia, el Apóstol condujo al Emperador hasta su propia tumba “con un gran ejército para combatir a las pérfidas gentes paganas, y liberar mi camino y mi tierra, y a visitar mi basílica y sarcófago. Y después de ti irán allí peregrinando todos los pueblos, de mar a mar, pidiendo el perdón de sus pecados…”. En otro lugar el Emperador ordena que en Santiago “se celebren los concilios de los obispos de toda España… (y) que se otorgasen por manos del obispo de la misma ciudad los báculos episcopales y las coronas reales”. Y en el capítulo final se dice que “Carlomagno, rey de los galos, el más famoso sobre todos los demás reyes, estableció la cruzada en España, combatiendo con innumerables trabajos a los pueblos infieles”.

Aunque Carlomagno muriera en el 814, "por tanto sin poder conocer el 'descubrimiento' de la tumba, las contradicciones cronológicas y la inverosimilitud de los relatos no van a impedir que estos textos de tradición carolingia tuvieran una gran importancia en el fenómeno jacobeo porque fueron transmitidos oralmente a lo largo del Camino hasta que un autor culto, o varios, los recogieran posteriormente por escrito. La transcendencia de estos escritos, como el Liber Sancti  Iacobi, residía en que eran un eficaz vehículo de promoción del Camino europeo, de jerarquización de la iglesia compostelana entre los reinos españoles y de aliento y esfuerzo permanente en la lucha contra los infieles. Y para dar a conocer y divulgar la importancia de la invención de Santiago, de los favores religiosos que se otorgaba a los peregrinos que lo visitaban y el conocimiento del camino (o caminos) por el que debían transitar europeos e hispanos hasta Compostela, un arma decisiva en los tiempos medievales era la literatura", manifestó De Juana.

Sobre la llegada y predicación en España del Apóstol, "tenemos como antecedentes textos de finales del siglo VI, como el Breviario de los Apóstoles, en el que se dan datos de los discípulos de Jesús, entre ellos el lugar de su predicación, y de Santiago se dice: Hic Hispaniae occidentalia loca predicat, seguramente para justificar el origen apostólico de la difusión cristiana por toda la tierra conocida, hasta la más occidental y alejada. Esto, sin duda, se difunde por la Iglesia europea, en gran parte por obra de los monjes benedictinos, y se vuelve a repetir poco después, a principios del  VII en el tratado De ortu et obitu Patrum (Del nacimiento y muerte de los Padres) atribuido a San Isidoro de Sevilla, que de nuevo  habla de la predicación del Apóstol por Hispania y que va a tener una gran repercusión en el nacimiento de la posterior tradición jacobea".

 "En el siglo VIII, como hemos dicho, comenzó un período convulso en la Península Ibérica y la Aquitania francesa con la llegada de los musulmanes y el peligro de su expansión por Europa Occidental. De tal manera que, enseguida, se inicia desde el punto de vista textual y propagandístico un contraataque literario sagrado. Hacia  el 784 se escribe en Asturias un himno litúrgico, atribuido al Beato de Liébana, titulado O Dei verbum, con el fin de levantar la moral de los habitantes y dar protagonismo al reino y a la Iglesia asturiana por ser el único no dominado por los musulmanes, y en el que sorprendentemente Santiago aparece por primera vez como Patrón de Hispania”.

Otro de los ejemplos más conocidos, tal como dijo el conferenciante, "son los Comentarios al Apocalipsis del mismo Beato de Liébana publicados en 786, en los que no sólo se vuelve a exponer la predicación de Santiago por parte de España, sino que incorporará un mapamundi en el que la cabeza del apóstol aparecía en la antigua Gallaecia y se le imploraba que protegiera al rey, al clero y al pueblo. Y, en algunos Martirologios que se escriben en la segunda mitad del IX ya se menciona que el cuerpo de Santiago se encuentra y se venera en la tierra hispana de Galicia. La culminación de toda esta literatura, como hemos dicho y es sabido, será el célebre Códice Calixtino, ya en el siglo XII, pues parece que se empezó a escribir en tiempos del arzobispo Gelmírez hacia el mil ciento cuarenta y finalizó en la década de 1170, y en uno de los manuscritos del Liber Sancti Iacobi  aparece, a pesar de su autor era Aymeric Picaud, como compilador Calixto II (1119-1124) para dar autoridad pontificia y popularidad a los textos allí recogidos. La divulgación de todos estos escritos va a ir creando y abonando las condiciones emocionales, piadosas y políticas necesarias que propiciarán la aceptación y asentimiento necesario para justificar y santificar el descubrimiento del mito jacobeo y su proyección y propagación general y popular. Todo esto condujo a la difusión y al mantenimiento de su culto hasta el descubrimiento milagroso de la tumba en el siglo IX y al auge peregrinatorio a partir del X". A esto se añade la proliferación y frecuencia de sus reliquias que van a surgir abundante y sorprendentemente por muchos lugares, muchas de las cuales van a ser depositadas en la consagración de los altares de las nuevas iglesias. Algunas permanecieron a lo largo del Camino, pero otras muchas viajaron, se difundieron extraordinariamente y fueron veneradas popularmente en distintos lugares extrapeninsulares, como Inglaterra, Italia, Flandes, el Imperio Germánico, Dinamarca, y, sobre todo, Francia. Que fueran verdaderas o falsas las reliquias apostólicas no importaba mucho, porque ambas circunstancias cumplían el objetivo propuesto de difundir la devoción al santo y la peregrinación a su tumba para recibir las indulgencias o cumplir una penitencia, o dinamizar la Península económica y culturalmente por esa enorme arteria de comunicación que era, sobre todo, el Camino hacia Europa o 'francés', y para facilitar por el Camino Meridional la recuperación del territorio que estaba en manos del islam".

A partir de entonces, señala De Juana López, Santiago de Compostela "se va a ir convirtiendo en una de las tres ciudades santas de la Cristiandad y el lugar final por antonomasia de una espectacular peregrinación desde el medievo hasta nuestros días. Hasta tal punto que la palabra peregrino, que proviene del latín per ager/agri (ir a través del campo), quedó casi en exclusiva para designar a los caminantes no locales, extranjeros, que se dirigían exclusivamente a Santiago, tal y como decía Dante en su Vita Nuova (1293): ”no se entiende por peregrino sino aquel que va hacia la casa (morada) de Santiago, o vuelve. (…) Se llaman peregrinos a los que van a la casa de Galizia, porque la sepultura de san Iacobo  es la más alejada de la patria de cualquier otro apóstol”.

Poco tiempo después del reconocimiento de la tumba, "a partir de la legendaria (no por inexistente menos importante para el objetivo propuesto) batalla de Clavijo (La Rioja) datada en el año 844, se supone que dirigida por el rey Ramiro I de Asturias, que había sido plácido  gobernador de Galicia durante varios años y tenía lógicas querencias y aspiraciones para con la buena nueva descubierta, la presencia y la aportación fundamental del Apóstol en la victoria hace que se convierta, a partir de entonces, además del principal líder religioso y patrón hispánico, en el gran caballero defensor de las armas cristianas, lo que justificará la invención de la concesión del llamado Voto de Santiago, por el que se obligaba a los habitantes de Galicia, Asturias, Portugal, León y Castilla a pagar un especial tributo  a la Sede de Santiago. Con lo cual, una parte más de suma importancia de esta estrategia, la económica, se pone también en marcha para la financiación de las instituciones jacobeas y para el prestigio y la reputación de tan espectacular obra. Así pues, en el marco interesado de la alianza de los dos poderes, el real y el papal, se produce la conjunción de estos cuatro pilares básicos que fueron: el religioso, el geoestratégico, el económico y el militar, y el camino y peregrinaje a la tumba del apóstol se convirtió en un elemento clave para la formación ideológica de lo que luego en España se llamaría "Reconquista" y, como hemos dicho, dio sentido al concepto medieval europeo de Cristiandad, porque expandió los territorios cristianos frente al Islam y desarrolló la unidad de la Iglesia romana. Estos inicios de la peregrinación se consolidarían en el siglo XII y llegarían a su máxima participación en el XIII", afirmó Jesús de Juana.

Programa

  • Día 5 de abril, jueves: Conferencia en Rionegro del Puente de Julio Badenes AlmenaraEl santuario de la virgen de la Carballeda y la cofradía de los Falifos en el camino mozárabe de Sanabria. Un puente histórico cultural del peregrinaje a Santiago.

  • Día 8 de abril martes: conferencia en Puebla de Sanabria de José Ignacio Martín Benito sobre Viajeros y camino a Santiago en la encrucijada de Benavente.

  • Día 10 de abril, miércoles: en Verín, José Luis Rodríguez Cid, presidente de la Asociación Amigos del Camiño Meridional: La protección del Camino antes del Xacobeo 92 y cómo se fue mejorando en estos años.

  • Día 17 de abril, miércoles: en Allariz: Alejandra Fernández, abogada especializada en políticas de igualdad: El Camino Meridional en perspectiva de género.

  • Día 19 de abril, viernes: en Ourense: César Pichel, arquitecto director de la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico de Ourense en  el cambio del milenio: Ourense, el ‘corazón’ del Camiño Meridional.

 

  Para seguir en línea el curso hay que inscribirse gratuitamente aquí.

 

 

UNED Ourense

Comunicación.

Fotos: UNED Zamora y J.A.G de La Opinión de Zamora.

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